Los pasos musicales de Pepo Galán (Málaga, 1981) comienzan de forma autodidacta a principios de la década de los noventa con una alternancia dentro varias formaciones musicales, saltando de géneros en una búsqueda constante de un sonido propio al que asirse. Ya sea tocando el bajo, la guitarra o la batería, Pepo fue conectando géneros más concretos como el punk y el metal sin olvidar terrenos más abiertos como la experimentación. Con el tiempo, un nuevo mundo entra dentro de su radio de acción como músico, el universo de la electrónica, demostrando su dinámica experiencia como dj en las salas más importantes de Andalucía o con Enfermería, proyecto de techno junto al músico e ingeniero de sonido Senmove. En esta nueva faceta logra cohesionar en sus trabajos toda una vasta experiencia como melómano, asentándose entre estilos cercanos al campo de la electrónica. Con el nuevo milenio, Pepo Galán se interesa por el trip-hop, género que le ayuda a fusionar electrónica a través de samples con instrumentos, entrando a formar parte del proyecto Maydrïm. Pero la electrónica y la búsqueda de un sonido propio seguían en su interior hasta que, poco a poco, fue convirtiéndose en un habitante de pleno derecho del mundo de la electrónica, tanto en su vertiente más radical y experimental como en su faceta más planeadora y plácida. En los últimos años, Pepo Galán sigue construyendo su corpus musical publicando obras tan personales como Human values disappear (El Muelle Records, 2017) – editado en El Muelle Records, sello del que es miembro fundador – o For Victoria (Fluid Audio, 2019), componiendo música para obras de la coreógrafa Sita Ostheimer y participando en dos volúmenes anuales de Pop Ambient, recopilatorio auspiciado por Wolfgang Voigt (GAS) y editado por el prestigioso sello Kompakt. Siempre abierto a colaboraciones que enriquezcan su universo musical, Galán ha formado parte de Dear Sailor – pop ambiental y elegante junto a al paraguayo Lee Yi – y Stranded – proyecto transoceánico junto al colombiano Gärtner –. También ha creado interesantes asociaciones junto a popes de la escena ambient como Max Würden, Isaac Helsen, Shinji Wakasa, Benoit Pioulard, Karen Vogt, Rafael Irisarri, Warmth o Suso Saiz.
El universo de Pepo Galán parte de un binomio, un contraste entre lo electrónico y lo acústico a modo de conflicto de fuerzas con el objetivo de crear un mundo nuevo, un sonido único que tensa líneas melódicas ambientales pero que contiene cierta inquietud y desasosiego, como si ese mismo equilibrio transitara por una fina línea. Sin olvidar un cierto matiz pop en su sonido, llegando a ser el piano un protagonista ocasional en algunas de sus composiciones. A su vez, ese intento de armonizar elementos también aparece entre lo digital y analógico, entre el juego con el pasado a través de micro-texturas extraídas de tiempos pretéritos recogidas por el propio artista y un presente confeccionado al momento. Fruto de ese juego se obtiene un futuro donde todo tiene una razón de ser, un universo de minimalistas sonoridades ambient pleno de emotividad y relativa sacralidad que se conjugan junto a dosis de evocación y narración audiovisual, creándose una banda sonora de película ficticia donde cohabitan escenas vitales rememoradas por el propio artista.
Ambient movement: la música de Pepo Galán